Enter your email Address

Menu
  • We are Numismatics
    • Library
    • Museion
  • Patronage
  • Nuestro Blog
  • Imperatrix
  • Legislación monetaria española
  • Numismática online

The website We are Numismatics came about as a place where you can stay informed regarding all events related to the world that we are all so passionate about: Numismatics.

You are here: Home / Investigación / En la cúspide del Arte Numismático Medieval: la Dobla de Sancho IV

En la cúspide del Arte Numismático Medieval: la Dobla de Sancho IV

6 May, 2022 por Ana Serrano Leave a Comment

Comparte
Share on Facebook
Facebook
Pin on Pinterest
Pinterest
Tweet about this on Twitter
Twitter
Share on LinkedIn
Linkedin

Por Manuel Mozo Monroy
y Ana Serrano Hernández

Por Manuel Mozo y Ana Serrano

Como viene siendo habitual, la subasta “Isabel Trastámara” de la casa Áureo&Calicó nos vuelve a sorprender con piezas excepcionales. Esta vez saca a la luz la mítica dobla de Sancho IV de la que hasta ahora tan sólo se conocen dos ejemplares, y ambos son de la ceca de Murcia -marca “M”-.

La primera de 4,32 gr. la describió y dibujó en 1868 Álvaro Campaner como perteneciente a la colección toledana de un totalmente desconocido en el mundo de la numismática, Patricio Herencia.

Nada más se volvió a saber sobre dicha pieza hasta que hace unos años un profesional numismático nos hizo llegar una fotocopia en blanco y negro (1) de la citada acuñación -que nosotros, por medios electrónicos, sobredoramos (2)-, y sobre la cual apenas si se nos pudo dar más información salvo que se trataba de la misma pieza que estudió in situ Álvaro Campaner, y que ahora, formaba parte de la colección privada de una familia murciana de rancio abolengo.

Imagen sobredorada de la fotocopia del ejemplar de Campaner (2)

Fotocopia del ejemplar de Campaner (1)

Lógicamente desconocemos cómo ni cuándo cambió de manos y la localización actual de esta pieza. Sea verídico este relato o no, lo cierto es que, a día de hoy dicha dobla, continúa en paradero desconocido, si bien al menos, sabemos que su última ubicación fue en la región de Murcia, y no en Toledo como a mediados del siglo XIX parecía estar.

Posteriormente, este mismo ejemplar sería citado por algunos autores -como Artur Engel, Raymond Serrure y el zaragozano Pío Beltrán Villagrasa-, hasta que don Luis Inglada Ors publicó en 1940 un segundo ejemplar con 13 centésimas de peso más que la anterior, del cual, ahora sí, nos mostró su imagen por primera y única vez hasta hoy.

Imagen del segundo ejemplar publicada por Inglada Ors

Esta tipología seguiría siendo comentada durante años, pero siempre, basándose en la imagen ofrecida por Inglada. Muchos fueron los autores que opinaron y la estudiaron en detalle, tanto morfológica como historiográficamente -ejemplos fueron Casto María del Rivero, Antonio Orol Pernas, León Hernández-Canut y Fernández-España, Antonio Roma Valdés, Manuel Retuerce Velasco y Manuel Mozo Monroy- coincidiendo todos ellos en su autenticidad y extrema rareza. La única voz discordante en este sentido a lo largo de la historia fue la de Joaquín Espín Rael, que, pese a reconocer no haberla visto jamás, afirmaba que se trataba de una pieza falsa, sin mayores argumentos que los puramente estilísticos y según su criterio, lógicos desde el punto de vista histórico.

Sancho IV (1284-1295). Murcia. Dobla de oro. (M.M. S4:4.1, mismo ejemplar) (Imperatrix S4:4.1, mismo ejemplar) (M.R. 6.1, mismo ejemplar) (BSAA. 5, pág. 35-36, lám. 26, mismo ejemplar) (AB. 293). Curiosos adornos en las leyendas. Extraordinariamente rara, sólo tenemos noticias de otra en paradero desconocido. 4,45 g. EBC-. Lote 52. Foto: Áureo&Calicó

Desde entonces, nada más se ha sabido del paradero de este segundo ejemplar hasta la fecha de hoy, en que ahora sí, aparece por fin en la subasta “Isabel de Trastámara Medieval, vol. III”, de la firma Áureo&Calicó de Barcelona, para sorpresa y perplejidad de propios y extraños. Como puede observarse y a tenor de las imágenes reproducidas, el presente ejemplar áureo coincide en todo con la impronta difundida por Inglada Ors, pudiendo afirmarse con total rotundidad que esta es, por tanto, la misma dobla -casi mítica- que durante más de 80 años, ha servido de referente para el estudio serio y riguroso de esta única tipología labrada en oro por el rey Sancho IV, el Bravo.

Contexto histórico de la acuñación de la dobla de Sancho IV

Entrando ya de lleno en su enfoque histórico, cabría decir que durante su reinado Sancho IV liberó tan sólo dos Ordenamientos monetarios, el de Cuéllar de 1282 y el de Vitoria de 14 de agosto de 1288. De ambos, el único que menciona la moneda de oro es el segundo, si bien no es más que un compendio de disposiciones legales tomadas en las Cortes de Villabona, cuyo paradero actual y definitivo de su carta original se encuentra en el Archivo de la Catedral de Burgos. En su normativa número 19, se prohibía expresamente la salida del reino de su propia buena moneda –“et que los sesenes, ni las meagas, ni las pugesas, ni las doblas doro, ni dineros de plata, ni otra moneda ninguna, que la non saquen fuera de la tierra, salvo ende aquellos á quien nos mandamos por nuestras cartas”.

Si a esta ordenanza unimos que en junio de 1287, Sancho IV arrendó en Burgos durante dos años al judío Abraham el Barchillon todas las monedas que se fabricasen en sus reinos, incluyendo ex profeso el de Murcia –”le arrende todas las monedas que se labren en Castiella, et en Leon et en Andalucia et en el Regno de Murcia… et que pueda labrar las monedas del oro e todas las monedas sobredichas estos dos annos”-, se podría afirmar que tales “doblas doro” se comenzaron a producir con algunos meses de anticipación respecto al resto de piezas sanchianas decretadas en el ordenamiento vitoriano, posiblemente entre el último cuarto de 1287 y el primer semestre de 1288, labrándose durante muy poco tiempo.

Estas doblas incorporan como novedad el busto real coronado de perfil a izquierda, al que se añade en el reverso el cuartelado de los reinos de Castilla y de León instaurado por Fernando III. Su leyenda de tipo sigilar alude a la “Imago Sancii Regis Illustris-Imagen del ilustre rey Sancho”, continuándose en el reverso con “Castelle, Legionis et Toleti–De Castilla, León y de Toledo”. Todo ello parece obedecer a un intento no disimulado por parte del rey Sancho de diferenciarse de su padre Alfonso X con quien es bien sabido que en vida mantuvo desavenencias muy serias.

El verdadero heredero al trono debía haber sido el primogénito de Alfonso X, es decir, el infante Fernando de la Cerda, muerto en 1275 en Villa Real. Según el Fuero Real de Castilla la sucesión pasaba al segundogénito, es decir, el infante Sancho. Sin embargo, el derecho privado introducido por Alfonso X en las “Siete Partidas” establecía que la sucesión debía corresponder a los hijos de Fernando, es decir don Alfonso de la Cerda. Airados por esta actitud de su padre, Sancho y gran parte de la nobleza se rebelaron contra el rey Alfonso, llegando a desposeerle de facto de sus poderes en 1282 -si bien no le arrebataron el título real-.

Al fallecer Alfonso X en Sevilla en abril de 1284, finalmente fue Sancho quien se ciñó la corona de Castilla y León, en la catedral de Toledo. Consciente de esta extraña situación jurídica Sancho IV reunió en sus monedas los máximos signos de realeza posibles, llegando incluso a coronar por primera vez a los leones heráldicos.

En cuanto a la marca de ceca alusiva a la ciudad de “Murciam-Murcia” -siempre fiel a Alfonso X- era un signo indudable e inequívoco que confirmaba a Sancho como verdadero soberano. La posibilidad de que dicha marca “M” se corresponda con la ceca murciana es absoluta pues sabido es que el propio soberano tenía intención de labrar en Murcia desde que le entregó a Barchilón tal arriendo en junio de 1287, en el que además ratificó que “todas las monedas que se labren en Castiella, et en Leon et en Andalucia et en el Regno de Murcia, et que pueda labrar las monedas del oro e todas las monedas sobredichas estos dos annos”.

Una obra maestra del Arte Numismático como reflejo de la política cultural

El reinado de Sancho IV fue paradójico. Desde el punto de vista cultural Sancho siguió la estela culta y creativa de su padre Alfonso X, del que a pesar de su posición contestataria recibió la educación y el gusto por la literatura y las artes. Por estas cualidades ambos reyes, padre e hijo, recibieron los epítetos por los que son conocidos: “El Sabio” por su promoción cultural, “El Bravo” por su oposición al padre.

Figura 1. Miniatura que representa a Alfonso X “El Sabio”. Códice Rico (Biblioteca del Monasterio de El Escorial)

Durante años se ha atribuido al rey Sancho la autoría de diversas obras literarias como el Lucidario y el Libro de los castigos e documentos. Aunque las últimas investigaciones son más proclives a pensar que se debieron más a una influencia directa del rey, de su mujer María de Molina y de la escuela catedralicia de Toledo, que a su propia pluma. En cualquier caso Sancho dirigió una política cultural encaminada a forjar una imagen del monarca como “príncipe modélico”, preparado para reinar e investido de una serie de virtudes legitimadas no sólo por la tradición de su estirpe, sino fundamentalmente por sus cualidades morales.

Figura 2. Sancho IV en el ” Libro de los Castigos e documentos del rey don Sancho ” de autor Anónimo del siglo XIII, manuscrito 6659 de la B.N.E. (Madrid)

Configuró así una propaganda apoyada en la cultura que se definió ideológicamente por una teología política donde el rey se erigía como protector del Cristianismo. Esta maniobra no era sino un intento de controlar el poder de la Iglesia en la institución real, no supeditando su legitimidad ante ésta, sino ante el mismísimo Dios (posición esta más ortodoxa). Controlando así el posicionamiento de la Iglesia bajo una teología del poder regio, Sancho retoma las fuentes de la Antigüedad sobre la Naturaleza: la interpretación de Averroes de los textos aristotélicos sobre lo natural sitúan a Dios como el motor y orden del mundo natural. Toda esta ideología que subyace en los textos atribuidos a Sancho IV queda reflejada en una estética plástica cada vez más tendente al naturalismo y que se aleja paulatinamente de las formas esquemáticas y lineales que dominaron durante el Románico.

Desde el punto de vista formal, el naturalismo del Gótico se venía generando desde las miniaturas creadas en la Corte de Alfonso X, que arrastraban influencias inglesas, árabes, bizantinas e italianas. Su carácter protohumanista impregnó no solo la mencionada escuela catedralicia de Toledo sino todo el ideario iconográfico promovido por Sancho IV. En el retrato de la miniatura del Libro de los Castigos e documentos del rey don Sancho ya podemos apreciar esa transformación en la representación con respecto a la linealidad de las miniaturas de las Cantigas (Figura 1)

Aunque en el grueso de la producción monetaria de este reinado no se aprecia un cambio evidente con respecto a las nuevas formas góticas en la dobla de Sancho IV esta evolución es palpable. No sólo por la esmerada calidad técnica del grabado, sino porque en el propio concepto estético del artista ante el retrato se aprecia un tratamiento mucho más suave del volumen, de la línea y en general del dibujo. No hay más que fijarse en el detalle de las líneas de expresión junto a la nariz (surco nasogeniano) para percibir que el grabador y su comitente necesitan representar “algo más” en el retrato de lo que hasta ese momento se había reflejado. Lo mismo sucede en las líneas de la barbilla, del mentón y del cuello que consiguen un efecto de volumen sutil que nos indica que ya estamos avanzando hacia el mundo formal del Trecento.

El decorativismo de la corona también está imbuido por esa nueva corriente estética que precede al Gótico.

En cuanto a la caligrafía de la leyenda de la dobla con respecto a la usada anteriormente por Alfonso X se aprecia una tendencia a redondear ciertos trazos. Este tipo de caligrafía es denominada en paleografía como “gótica redonda”:

Aunque desconocemos al autor de este grabado sí que podemos indicar que era conocedor de las nuevas formas que se generaron en el último tercio del siglo XIII, que tuvieron sus principales focos geográficos en Salamanca y Barcelona y que fueron difundidas por tierras castellano-leonesas a través de la miniatura de los códices.

Bibliografía y fortuna crítica sobre la dobla de Sancho IV (orden cronológico)

CAMPANER Y FUERTES, Álvaro, «Novedades en la numismática española de la Edad Media», Memorial Numismático Español, II, (Barcelona, 1868), pp. 100-115 y lámina V.

ENGEL, Artur y SERRURE, Raymond, Traité de numismatique du Moyen Age, Imprimerie Durant, t. II, París, 1900, pp. 816-828; también reedición en Arnaldo Forni, París (Francia), 1977.

BELTRÁN VILLAGRASA, Pío, «La gran dobla de Fernando III El Santo», Anuario del Cuerpo Facultativo de Archiveros, Bibliotecarios y Arqueólogos, t. II (Madrid, 1934), pp. 129-146; también en Obra Completa, Numismática de la Edad Media y los Reyes Católicos, Departamento de Prehistoria y Arqueología de la Facultad de Letras de Zaragoza, t. II, Zaragoza, 1972, pp. 632-645.

INGLADA ORS, Luis, «La dobla de Sancho IV de Castilla», Boletín del Seminario de Estudios de Arte y Arqueología de Valladolid, fasc. 13-21, (Valladolid, 1936-1939), pp. 35-36.

Inglada-Ors-La-Dobla-De-Sancho-IV-De-CastillaDescarga

RIVERO Y SAINZ DE VARANDA, Casto María del, «Las doblas mayores castellanas y algunas consideraciones acerca de la acuñación del oro en nuestra península», Corona de Estudios que la Sociedad de Antropología, Etnografía y Prehistoria, dedica a sus Mártires, t. I, (Madrid, 1941), pp. 301-322.

ESPÍN RAEL, Joaquín, «Reparos a una pretendida dobla de oro de Sancho IV», Anales del Centro de Cultura Valenciana, 6, (Valencia, mayo-agosto 1943), pp. 5-15.

Espin-Rael-Reparos-a-una-pretendida-Dobla-de-Oro-de-Sancho-IVDescarga

OROL PERNAS, Antonio, «Acuñaciones de Sancho IV», Cuadernos de Numismática, 4, (Madrid, septiembre 1978), pp. 24-33; también en Nvmisma, 231, (Madrid, julio-diciembre 1992), pp. 109-121.

HERNÁNDEZ-CANUT Y FERNÁNDEZ-ESPAÑA, León, «Las acuñaciones monetarias de Sancho IV según el Ordenamiento de Vitoria», Nvmisma, 240, (Madrid, julio-diciembre 1997), pp. 101-122.

ROMA VALDÉS, Antonio, Catálogo de las monedas leonesas y castellanas de la Edad Media, Editorial Morabetino.es, Santiago de Compostela, 2010.

MOZO MONROY, Manuel, y RETUERCE VELASCO, Manuel, La moneda de oro en los Reinos de Castilla y León (siglos XII-XV), Col. Monografías de Arqueología Medieval, 2, y, Trabajos de Arqueología Hispánica, 3. NRT Ediciones y León y Asociación Española de Arqueología Medieval, Madrid, septiembre 2010.

MOZO MONROY, Manuel, «Acuñaciones de oro en Castilla-León durante la segunda mitad del siglo XIII: Alfonso X (1252-1284 y Sancho IV (1284-1295)», Cuadernos Medievales, núm. 22, Grupo de Investigación de Estudios Medievales de la Facultad de Humanidades, (Buenos Aires, junio 2017), pp. 16-46.

Sobre Ideas Estéticas y crítica historiográfica en tiempos de Sancho IV:

PARRA AGUILAR, Leonor: “La ideología en el reinado de Sancho IV de Castilla: una revisión historiográfica”, Revista Mundo Investigación, 2019.

Si te ha gustado el artículo puedes descargarlo en formato pdf aquí:

Filed Under: Investigación

Leave a Reply Cancel reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *

WE ARE NUMISMATICS

  • Privacy policy
  • Contact

Follow us on social media

Rockstad English Coaching (Traducción)

Copyright information

Licencia de Creative Commons
We are numismatics by Ana Serrano Hernández is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 4.0 Internacional License.
Creado a partir de la obra en wearenumismatics.com.

Collaborating Partner

We Are Numismatics está formado por una comunidad de expertos españoles.
Aviso de cookies
Al navegar en nuestra web aceptas el uso de Cookies. Acepto Leer más
Política de cookies

Privacy Overview

This website uses cookies to improve your experience while you navigate through the website. Out of these, the cookies that are categorized as necessary are stored on your browser as they are essential for the working of basic functionalities of the website. We also use third-party cookies that help us analyze and understand how you use this website. These cookies will be stored in your browser only with your consent. You also have the option to opt-out of these cookies. But opting out of some of these cookies may affect your browsing experience.
Necessary
Siempre activado

Necessary cookies are absolutely essential for the website to function properly. This category only includes cookies that ensures basic functionalities and security features of the website. These cookies do not store any personal information.

Non-necessary

Any cookies that may not be particularly necessary for the website to function and is used specifically to collect user personal data via analytics, ads, other embedded contents are termed as non-necessary cookies. It is mandatory to procure user consent prior to running these cookies on your website.

GUARDAR Y ACEPTAR
  • Español
  • English