El próximo 21 de marzo se celebrará en Ibercoin la subasta Colección Amuletos (Sebastián Gaspariño). Esta colección de amuletos la englobamos dentro del campo de la exonumia por asimilación con las medallas religiosas. Al fin y al cabo, se trata de la plasmación sobre metal de unas creencias, ya sea por devoción o por profilaxis.
El hombre, desde que ha sido consciente de su existencia, ha sentido miedo, y con el miedo ha surgido la necesidad de protección. Ya sea a través de las creencias religiosas, o por otros cauces trascendentales, los dioses, santos, animales mitológicos y alegorías u objetos de todo tipo, han encarnado una función de acción de barrera ante el miedo. Dioses del hogar, de la agricultura o la fertilidad; santos propiciatorios de los viajeros, las embarazadas, o los causas perdidas; animales psicopompos o ángeles que acompañan a las almas en su viaje al inframundo, o al cielo; y piedras semipreciosas o talismanes con símbolos que atraen la buena suerte, todos forman parte de ese aspecto que oscila entre la religión y la superstición.
Estas creencias en entidades divinas y objetos protectores han perdurado a lo largo del tiempo y en todas las culturas, demostrando la profunda conexión que existe entre el hombre y lo trascendental en una existencia repleta de incertidumbre y sucesos ajenos a nuestro control.
Dentro de la vida cotidiana de al-Andalus este es uno de los aspectos que menos se habían estudiado desde la academia. Uno de los motivos es la falta de fuentes documentales ya que pertenecen al ámbito de las creencias populares, la magia y las supersticiones. El fenómeno de los amuletos, aunque es una práctica ancestral, se aleja de la heterodoxia oficial. Ibn Jaldun lo relaciona con la brujería, y esa era la postura oficial ante dicha práctica. Por eso hay algo de transgresor y de prohibido en los amuletos y talismanes, circunstancia que los hace aún más fascinantes.
La presencia de los amuletos (y talismanes) en la vida cotidiana andalusí abarcó numerosos escenarios de uso: santuarios, cementerios, ámbito doméstico y uso personal. Hasta tal punto fue un objeto popular, que existían talleres de fabricación de amuletos cuyos moldes han llegado hasta nuestros días, como el hallado en Lorca (Murcia) o los que se exponen en el Museo de Málaga que presentamos aquí:
La morfología y las inscripciones varían según su uso, al igual que los símbolos que los decoraban. Generalmente cubren toda la superficie en honor al característico “horror vacui” de la estética musulmana. En cuanto al material utilizado son fundamentalmente de plomo, aunque también los hay de bronce, e incluso hueso y oro.
Las inscripciones de los amuletos contenían suras destinadas a la protección y algunos de ellos contenían en su interior un pequeño papel doblado con escrituras llamado “hirz” o “hiyab”. Normalmente el hiyab se guardaba en los amuletos de plomo rectangulares plegados y en los de bronce tipo lipsanoteca, como estos dos ejemplares:
La diversidad es tal que era necesaria una sistematización de estas interesantes piezas. En palabras del propio Sebastián Gaspariño:
“A lo largo de los tiempos la gente ha intentado ampararse de sus miedos de las más distintas maneras. Para cubrirnos del miedo al más allá acudimos a la religión, y para esta vida nos cubrimos con distintos remedios: medicina, principalmente, pero incluso en nuestro mundo evolucionado conocemos el poco control que tenemos sobre nuestras vidas y sobre nuestro destino, y nos refugiamos (…) en objetos a los que (…) les suponemos un cierto poder, ya sea directo o como vehículo de intercesión ante la divinidad. Objetos que llevamos con nosotros, ponemos en la entrada de nuestras casas, en las paredes …. Estos objetos son los amuletos y los talismanes. La distinción no está clara, por lo menos para mí, y hay distintas y múltiples definiciones de lo que es una cosa y lo que es la otra. Yo me quedo con esta:
•Del amuleto se espera que proteja de un mal, un daño, una pérdida, …Por sí mismo no tiene ninguna capacidad de actuar más que como escudo. Es un arma defensiva.
•El talismán se utiliza para provocar una acción, generalmente un perjuicio a otro/s o un beneficio al que lo utiliza. Todo su poder está dentro de él o se manifiesta dentro de él. Es un arma ofensiva.
Por supuesto, nada es blanco o negro y la distinción no siempre estará clara. Pero a pesar de ello ahora vamos a hablar de amuletos. En concreto de los amuletos de al-Andalus, porque durante la época islámica estos objetos se utilizaron profusamente si nos fijamos en la cantidad y variedad de los conservados.
Conservados, pero no reconocidos, porque por su propia naturaleza son objetos en los que, a pesar de la profusión de escritura que llevan muchos de ellos, no aparece citado allí ningún personaje, ninguna ciudad, ninguna fecha que nos aporte un dato histórico o que nos permita siquiera adscribirlos con certeza a un reinado o a una época. Y así, estas piezas han pasado desapercibidas o han sido dejadas de lado.
Aunque esta misma escritura que los recubre, y que en árabe tiene siempre una importante función decorativa, sirve para transformarlos en objetos preciosos, algunos, verdaderas obras de arte… que, precisamente por la abundancia y multiplicidad de destinatarios y fabricantes, conviven en armonía con otros mucho más humildes y toscos.
Mi intención es sacarlos de su olvido e intentar ofrecer algún tipo de clasificación de los conocidos.”
Así fue como en 2010 Sebastián Gaspariño publicó la web de Amuletos de al-Andalus siguiendo su línea de divulgación generosa y desinteresada. Volcó allí todos sus conocimientos sobre aquellos desconocidos objetos y las investigaciones que hasta ese momento se habían realizado sobre amuletos andalusíes.
Desde ese momento la web de Amuletos se convirtió en el referente indispensable para todos aquellos investigadores y coleccionistas que requerían información y sistematización sobre estos objetos. En este sentido, alguno de estos amuletos aparece como paradigma en el libro de Virgilio M. Enamorado, Silvia Nogueras y J.M. Pérez sobre la “Magia talismánica en la Ceuta del siglo XIII”.
Muchos de los amuletos que se presentan en esta subasta han sido objeto de estudio y aparecen en el catálogo de la web Amuletos, así vienen identificados como “mismo ejemplar”. De igual forma se han indicado en las descripciones aquellos amuletos que han sido objeto de algún estudio en particular y han sido publicados en Manquso u otras revistas.