Llegamos al fin de la colección Isabel de Trastámara Medieval de moneda de Castilla y León. Cuando en mayo del 2021 fui a Barcelona (con un salvoconducto de movilidad) aún no era consciente de la grandeza de ésta. Han hecho falta cuatro volúmenes para recoger la más vasta colección de moneda medieval castellano leonesa jamás conocida. Hemos visto ejemplares únicos, infinidad de variantes y magníficas conservaciones hasta tal punto que, desde el punto de vista de la catalogación, esta colección ha supuesto un desafío para todos los investigadores de este periodo que hemos visto cómo la visión que teníamos hasta ahora del numerario medieval cristiano quedaba desactualizada. La Isabel de Trastámara Medieval ha supuesto por ese motivo un enriquecimiento cualitativo y cuantitativo en el campo de la investigación cambiando incluso el paradigma de algunas tipologías y sus conceptos.
Precisamente uno de sus frutos ha sido la publicación de Imperatrix, nada mejor que las palabras de Áureo & Calicó para describirlo:
“Un instrumento imprescindible para la clasificación y descripción de las monedas en esta parte de la colección Isabel de Trastámara es la vasta obra de Mozo Enciclopedia de la Moneda Medieval Románica en los reinos de León y Castilla, cuya edición se agotó enseguida y es hoy ya prácticamente inencontrable. Puesto que muchos de los ejemplares catalogados en ella son precisamente los mismos de la colección que presentamos aquí, Ana Serrano y Manuel Mozo han alojado en el sitio web de We are Numismatics un catálogo exhaustivo online, de acceso público y gratuito. Llamado IMPERATRIX. Gracias a su generoso gesto. Tanto coleccionistas como profesionales o simplemente interesados en la Historia encontrarán una herramienta muy útil en él”.
Efectivamente la obra de Mozo ya contenía desde su redacción y publicación en 2017 gran parte de monedas de esta colección y que aparecerían en la subasta como “mismo ejemplar MM”. Pero la limitación de aquellos volúmenes ya agotados, y dado que la obra sólo abarcaba hasta Alfonso XI, nos hizo plantearnos la publicación online de todo el catálogo ya elaborado hasta el fin de la Edad Media, y ponerlo de acceso público incluyendo todos los nuevos tipos y variantes que la colección poseía. Así nació IMPERATRIX, además de muchísima producción científica de diversos autores desarrollada gracias a la salida a la luz de esta colección.
En estos dos años y medio en los que se ha subastado dicha colección he tenido la suerte de contar con dos magníficos maestros. En primer lugar, Teresa Sisó, fundadora de Áureo & Calicó, que desde el primer instante me hizo sentir como en casa. Grandísima profesional de la que no sólo he aprendido cómo funciona el engranaje de esta máquina perfecta que es Áureo & Calicó, sino que también me transmitió su pasión por la moneda medieval y sus vastísimos conocimientos del periodo. Ha sido sin duda el alma mater de todo este proyecto. En segundo lugar, Manuel Mozo Monroy: he tenido el privilegio de aprender junto a uno de los más grandes investigadores de este periodo, y descubrir junto al maestro que estábamos ante una colección extraordinaria en todos los aspectos.
Y aunque termina esta etapa me quedo con las tardes de debate, los momentos de sorpresa, el contagio de la ilusión, las charlas de coordinación y satisfacción por el trabajo bien hecho. También me guardo las comidas de los viernes, las ingeniosas frases de Eduard, la calidez de Marisa, las preguntas de Omar, la disposición de Dani, los cafés de Ramón, la hospitalidad de David, Montse y Berta y en general de todo el equipo de Áureo & Calicó. Me siento absolutamente agradecida a todos ellos.
Metidos ya de lleno en el contenido de la segunda parte del Volumen IV arrancamos por donde dejamos la anterior. Ya vimos que la ingente producción monetaria de Enrique IV tendría que ser dividida por cecas. Dejamos en Segovia la anterior subasta y comenzamos esta desde Sevilla, incluyendo también las acuñaciones de los pretendientes a la sucesión de la corona de Enrique: Alfonso de Ávila, Alfonso V de Portugal y cómo no, la Princesa Isabel, protagonista del título de la colección que pone el broche de oro a la numismática castellanoleonesa en este fascinante periodo que fue la Edad Media.
En el catálogo de la subasta hemos incluido como siempre una serie de textos explicativos que contextualizan la moneda. Por su parte, la casa de subastas siempre añade toda la información de cada pieza, adjuntando los datos de anteriores subastas y su pertenencia a colecciones anteriores de especial relevancia (dato muy valorado para hacernos una idea de la relevancia de dichos ejemplares). En ese sentido se incorporan imágenes de los tejuelos, verdaderas curiosidades de la Historia del Coleccionismo Numismático. Esta es sin duda una ocasión especial para hacerse con piezas de una colección histórica como la Vidal Quadras y que ahora también ostenta el prestigio de ser ejemplares de la Col. Isabel de Trastámara Medieval.
La profusión de cecas y tipos de Enrique IV está totalmente representada y en buenas calidades. De Sevilla, una ceca que destaca por la calidad artística de sus acuñaciones, encontramos unos preciosos reales de busto y de anagrama.
Acuñados en oro hay un conjunto espectacular de 20 ejemplares de enrique y medios enriques de la silla además de 4 enriques castellanos.
De la ceca de Toledo sobresale un ejemplar único de octavo de real además de los reales de busto. En cuanto a emisiones de oro se subastarán tres enriques castellanos.
Se presentan tres raros ejemplares de la ceca de Toro y de la ceca de Valladolid. Precisamente a uno de estos talleres “provisionalmente activos” pertenece la pieza más notable de la subasta: se trata de un enrique de la silla acuñado en la ceca de Villalón.
Termina el bloque de las acuñaciones de Enrique IV con un conjunto de monedas de talleres indeterminados entre los que destacamos un ejemplar con marca de ceca letra X (Jerez), explicamos la atribución en el texto del catálogo, al que os remitimos.
Los aspirantes a la sucesión de la corona de Enrique IV realizaron sus propias acuñaciones como muestra de su poder. Entre las acuñaciones de Alfonso de Ávila hay piezas bellísimas. Se subastarán ejemplares acuñados en las cecas de Ávila, Burgos, Medina del Campo Segovia, Sevilla, Toledo y varios talleres sin determinar.
Muy curiosa por lo particular de su marca es el medio enrique de la silla acuñado en la ceca de Ávila. Presenta a la izquierda de la figura entronizada de Enrique IV una A coronada grabada directamente en el cuño por lo que estamos ante en una especie de aprovechamiento de dicha pieza, donde sin ningún tipo de miramientos se realiza una modificación del cuño del medio enrique de la silla para incluir el anagrama de Alfonso de Ávila.
Entre las acuñaciones de oro hay ocho espectaculares doblas ecuestres, a cada cual más bella. Poca cosa podemos añadir sobre las doblas ecuestres de Alfonso de Ávila, con su poderosa imagen de caballería, una de las más icónicas de la Edad Media. De entre ellas destaca por su calidad una dobla acuñada en Sevilla, de técnica impecable y estilo absolutamente gótico. Si nos viéramos obligados a elegir una imagen representativa caballeresca sin duda podríamos elegir la de este espectacular anverso.
Hay una pieza particularmente bella por la rareza de su diseño. Se trata del real de anagrama coronado de taller incierto, que ya había descrito León España y que recoge el monograma de ALFONSUS en tipografía gótica fracturada, como se señala en el texto del catálogo.
Y llegamos ya por fin a la conclusión de este convulso periodo histórico con las acuñaciones de la Princesa Isabel bajo el poder emisor de Enrique IV. Se subastarán blancas de rombo, maravedíes, cuartillos y un enrique de la silla. Todas ellas con marca P coronada como marca identificativa de la princesa heredera.
Rarísimas acuñaciones son también las del pretendiente a la corona Alfonso V de Portugal del cual esta colección aporta tres ejemplares entre los que destaca por su calidad y belleza el real grosso.
Finaliza esta subasta con 76 monedas de Enrique IV con contramarcas que por su variedad y calidad constituyen un conjunto excepcional. Como explicamos en el catálogo de la subasta, las contramarcas son un fenómeno que presenta muchas incógnitas y que podemos poner en relación a los momentos convulsos y complejos de la circulación de moneda en este periodo. Hemos de destacar que la inclusión de este gran conjunto de contramarcas indica el afán de completitud de esta colección que no ha dejado atrás ningún aspecto de la circulación monetaria de la Edad Media, y este fenómeno monetario también pertenece a dicho marco cronológico.
Termina esta subasta como no podía ser de otra manera, con libros: dos ejemplares de Liciniano Saez sobre las acuñaciones de finales del siglo XIV y siglo XV.
Y aunque hemos llegado al final de las acuñaciones castellanoleonesas, para los medievalistas aún queda la colección navarra que, en la misma línea de esta, ya os advierto que será toda una exhibición de rarezas y ejemplares de gran calidad. Pero eso ya es otra historia…
REALMENTE LA COLECCION DE ISABEL TRASTAMARA MEDIEVAL , COMO VD. DICE ES LA MAS GRANTE COLECCION CONOCIDA HASTA AHORA Y POSIBLEMENTE NO VOLVAMOS A VER UNA COLECCION SIMILAR EN LA VIDA
EL COLECCIONISTA SIN DUDA A DEDICADO SU TIEMPO , SU INTELIGENCIA Y SU ENFASIS EN REUNIR ESTA COLECCION
SU TRABAJO ES ENCOMIABLE , PRECISO Y SIN DUDA LA DEFINE COMO UNA GRAN PROFESIONAL
Coincido absolutamente con su comentario, y le agradezco muchísimo sus palabras hacia mi labor. La Colección Isabel de Trastámara queda para la Historia de la Numismática como un hito por varios motivos, pero destaco el afán de completitud (palabra rara pero muy fiel a lo que representa) y de reunir todos los ejemplares únicos conocidos de la moneda medieval. Añado también la proyección pública que ha tenido esta colección ya que ello ha ayudado a los investigadores a conocer piezas que de lo contrario seguirían guardadas en un monetario. Aún queda por salir esa maravillosa colección de moneda navarra que seguro hará las delicias de muchos coleccionistas. Por mi parte ver también esa parte de la colección me picó para leer e investigar sobre ese periodo. Como historiadora del Arte tengo que decir a su vez que he descubierto en muchas piezas ese carácter tan particular del arte monetario medieval que sin duda ha guiado al coleccionista en la búsqueda de ejemplares tan bellos. Me siento privilegiada por la parte que me toca. Y como digo: esta colección seguirá despertando un enorme interés en el mundo del coleccionismo y de la investigación. Sin duda la Isabel de Trastámara dará nombre propio al talento y maestría del coleccionista que la creó.
Enhorabuena Ana! Que buena descripción! . Creo que esta colección nos dará la oportunidad de desentrañar los misterios de esta dinastía. Un saludo bien cordial