Autores: Teresa Tuñón Álvarez*, María Luisa Bayo**, Adolfo Ruiz Calleja***
*Patólogo. Titular de Anatomía Patológica. Hospital universitario de Navarra.
**Graduada en Medicina. Universidad de Navarra. Pamplona.
***Doctor Ingeniero de telecomunicación. Director del blog numismático.
TITLE: An unpublished clinical sign contributed by the coinage of Henry IV of Castile. Dismantling the black legend of Spain.
Resumen
Enrique IV de Trastámara vivió en una época complicada de la historia de España. Se le conoce como “el impotente”. La medicina actual nos desvela que fue un enfermo muy infeliz, que sintió grandes dolores físicos y sobre sus espaldas soportó la presión de tener que aportar un heredero/a sin estar capacitado. La corona la recibió su hermana Isabel la Católica.
La compleja patología clínica, todavía sin aclarar, ha despertado gran interés. Gregorio Marañón clasificó al monarca de Displásico eunucoide con reacción acromegálica y netos rasgos esquizoides.
Enrique IV acuñó un importante numerario con monedas “de busto”. En el anverso de muchas de ellas apreciamos un aumento importante y progresivo de la glándula tiroides. Este dato, inédito, asociado a los síntomas clínicos recogidos en la literatura nos permiten sugerir que el paciente sufrió un “bocio hipertiroideo” lo que justificaría gran parte de los trastornos psiquiátricos y de conducta que se le atribuyen y permitiría actualizar el diagnóstico.
Palabras clave: Enrique IV de Castilla, Trastámara, bocio, impotencia, numismática.
Abstract
Henry IV of Trastámara, king of Castile Leon and Galicia, prince of Asturias and Barcelona lived in a complicated period in the history of Spain. He is known as “the impotent”. Current medicine reveals that he was a very unhappy patient, who felt great physical pain, and on his shoulders, he endured the pressure of having to provide an heir without being able to do so. The crown was given to his sister Isabel of Castille.
The complex clinical pathology, still unclear, has aroused great interest. Gregorio Marañón classified this monarch as Eunuchoid dysplastic with acromegalic reaction and clear schizoid features.
Henry IV minted an important coinage with “bust” coins. On the obverse of many of them we can appreciate an important and progressive enlargement of the thyroid gland. This unpublished data associated to the clinical symptoms collected in the literature allows us to suggest that the patient suffered from a “hyperthyroid goiter” which would justify a great part of the psychiatric and behavioral disorders that are attributed, and would allow us to update the diagnosis.
Key words: Enrique-IV king of Castile, Trastámara, goiter, infertility, coins.
Introducción
Enrique IV (1454-1474) rey de Castilla y León de Galicia y de Navarra fue también Príncipe de Asturias y de Cataluña (1463). Era hijo único de Juan II y María de Aragón y se le conoce como “el impotente” por no haber tenido descendencia de su primera esposa. Casado en segundas nupcias con Juana de Portugal tuvieron una hija, Juana de Castilla, llamada despectivamente Juana “la Beltraneja”. Gran parte de la nobleza castellana no la aceptó como su hija biológica, atribuyendo la paternidad al favorito de la reina, Don Beltrán de la Cueva, Duque de Alburquerque. Este hecho condicionó que la corona de Castilla y León la heredara su hermanastra Isabel la Católica. Enrique IV fue el último rey que reinó de la casa de Trastámara.
Este monarca ha despertado gran interés histórico, médico y numismático (Marañón 1930) (Irvine 1984) (Maganto 2003) (Ruiz-Calleja 2010) (Pujol 2010) (Espinar 2012) (Mozo 2022) (Roma 2020) (Serrano 2022). Los rasgos físicos de su cara asociado a su compleja patología, a día de hoy sin clasificar, fue objeto de estudio y discusión por varios biógrafos e historiadores. Gregorio Marañón, endocrinólogo pionero en una época en España donde apenas se sabía de esta disciplina, mostró especial interés por las enfermedades de este monarca (Marañón 1930). En su discurso de recepción en la Academia de Medicina, pronunciado en el año 1922 y titulado “Problemas actuales de la doctrina de las secreciones internas”, el Doctor Marañón, amigo de Freud y conocedor del psicoanálisis, deja constancia escrita de una exhaustiva descripción de los síntomas y una enrevesada interpretación de la psicopatología a la que atribuye el grueso de la semiología clínica. Marañón diagnosticó al monarca Enrique IV de Displasia eunucoide con reacción acromegálica y con netos rasgos esquizoides (Marañón, 1930, p82).
La conveniencia de completar la descripción le lleva a una inspección post-mortem del cadáver que había sido depositado en el Monasterio de Guadalupe (Nota 1)
Leyendo sus biografías y documentos recogidos recientemente en un volumen disponible en internet (Pujol 2010) (Ladero 2016) se deduce que por su enfermedad sufrió mucho tanto en lo físico, cómo interiormente. Cuentan las crónicas qué pidió ayuda a San Isidro patrón de Madrid cuya reliquia fue a visitar en 1463. Esta visita no sería imprescindible relatar aquí, si no es porque en la garganta de la momia de San Isidro Labrador se encontró recientemente una moneda, blanca de rombo, de Enrique IV (Nota 2). Muy probablemente se trataba de un donativo junto a una oración de súplica. La ubicación de la moneda en atrio laríngeo quizá no fuera fortuita y nos esté dando información de que en el cuello es donde se centraba parte del sufrimiento del monarca.
Desde nuestro punto de vista sería oportuno conferir especial relevancia al contexto personal e histórico que le tocó vivir y a la presión psíquica y emocional de tener que procrear sin estar capacitado.
Interés numismático
Las monedas antiguas pueden aportar información muy valiosa que conviene descifrar. Se puede saber tanto la apariencia física de un monarca como la capacidad económica de un periodo en razón de la cantidad de moneda de oro que se emitió (Espinar 2012) (Mozo 2022) (Roma 2020).
Durante el reinado de Enrique IV que duró 20 años, se acuñaron muchas monedas algunas de las cuales mostramos en las imágenes (fig1-5). Algunas son de gran valor numismático tanto por su rareza, como por el material noble, oro o plata, del que están compuestas. (fig1).
Hay croats de plata, moneda característicamente catalana, acuñados en Barcelona, lo cual nos recuerda que Enrique IV fue príncipe de Cataluña, aunque fuera por el corto periodo de 5 meses (fig1b). Queremos resaltar las monedas “de busto” que nos dan una idea, comúnmente idealizada, de su aspecto físico (figs2-5). El interés médico y numismático que sigue despertando actualmente (Irvine 1984) (Maganto 2003) (Mozo 2022) (Ruiz-Calleja 2020) (Serrano 2022), nos induce a recopilar más información clínica del paciente.
Hemos revisado las aportaciones clínicas posteriores al estudio de Marañón (Irvine 1984) (Maganto 2003), así como la investigación que se llevó a cabo por numismáticos actuales (Espinar 2012) (Mozo 2022)(Serrano 2022) (Roma 2020). La exploración física del paciente la hemos sustituido por la valoración cuidadosa de todo su monetario intentando descubrir signos clínicos valorables. Para ello aportamos una revisión personal de las colecciones monetarias accesibles en internet, así como la tipología descrita por autores contemporáneos (Mozo 2022) (Roma 2020).
Intentando saber más hemos hecho un recorrido por las pinacotecas para ver sus cuadros (fig 6).
Resultados
Mostramos las monedas acuñadas en el periodo que reinó Enrique IV. En un número importante de monedas “de busto” de visión frontal, además de los datos ya conocidos (dismorfia facial, nariz torcida, pómulos abultados y macrognatia etc (Marañón1930), observamos un ensanchamiento del cuello en grado variable (fig 2).
Aquellas “de busto” de perfil comprobamos que el área ensanchada se correspondía con la glándula tiroides, descartando que se tratara de otras estructuras del cuello como el cartílago cricoides o adenopatías. Esto se observó tanto en aquellas en las que la figura estaba “esquematizada” como en las que estaba el monarca “idealizado” (fig3) (Ruiz-Calleja 2010) (Espinar 2012) (Mozo 2022) (Roma 2020) (Serrano 2022).
En la gran mayoría se conoce la ceca, es decir el lugar en donde se emitieron, pero no siempre pudimos establecer con exactitud la fecha de emisión concreta de cada moneda. La emisión de las monedas de Enrique IV se divide en tres fases separadas por los diferentes ordenamientos (Espinar 2012) (Serrano 2022) (Roma 2020). A grandes rasgos en la primera fase 1454-1461, se acuñan reales de plata, pero no se acuña vellón. A partir del ordenamiento de Aranda, 1461, se acuñan cuartos o cuartillos de vellón, dineros y medios dineros y los famosos Enrique de oro. En la tercera fase, 1469, se emiten cuartillos y dineros en las cecas de Cuenca y Burgos y desde 1471 se introducen nuevos valores monetarios de oro, plata y vellón.
Podemos decir con mayor o menor acierto, que en los veinte años que duró su reinado, su aspecto físico en las monedas atravesó tres periodos de a/aspecto joven, b/adulto joven y c/adulto, que podrían mostrar, o no, similitudes y coincidencias con los diferentes periodos monetarios descritos según el ordenamiento en vigor (Espinar 2012) (Serrano 2022). Únicamente con intención de esquematizar admitiremos que en las imágenes se pueden distinguir tres fases o aspectos en la cara de Enrique IV (fig 3,4,5).
Este abultamiento del cuello, opinamos que se debe a un bocio, definiendo como tal el aumento de tamaño de la glándula tiroides. No podemos descartar totalmente que no sea debido a un aumento de las glándulas paratiroides, pero por la disposición en el cuello, la ubicación, la frecuencia y la sintomatología lo consideramos muy poco probable.
Según la morfología la exploración de los pacientes permite clasificar el bocio en tres tipos: bocio nodular, bocio multinodular y bocio difuso. Según el tamaño del bocio la Organización mundial de la salud, OMS, lo clasifica en grados que oscilan de 0 a 2 (WHO 2014). En la primera fase el bocio no se ve ni se palpa. En el curso evolutivo del bocio, y cuando el enfermo no ha recibido tratamiento, el tamaño de la glándula tiroidea aumenta, se deforma y adquiere un tamaño “gigante” que se puede ver a distancia. El propio parénquima tiroideo al crecer experimenta necrosis e isquemia, sufriendo con frecuencia transformaciones. Por estos procesos acompañados de cambios en la producción de las hormonas tiroideas, T3 y T4, ha pasado nuestro buen monarca Enrique IV y ello ha quedado reflejado en las monedas (fig3,4,5).
Salvando el factor intencionado de “idealización” en los cuños, planteamos la hipótesis de que el tiroides del monarca tuvo una fase difusa leve en la que muestra un aspecto joven (fig3) que con el tiempo creció (fig4) y posteriormente se hizo gigante y multinodular (fig5). En todas las monedas que mostramos el bocio era visible. Este dato muy probablemente queda reflejado en la clínica ya que algunos rasgos de su comportamiento y conducta van progresando con los años y se pueden relacionar con hiperfunción tiroidea (sudoración profusa, cambios de carácter, mal olor, apetito desenfrenado. etc).
En cuanto a la preferencia por cecas, afirmamos que se ve en monedas de todas las cecas, siendo más evidente en los reales de plata de Coruña, Burgos, Sevilla (fig. 6), Cuenca y Segovia, y en los dineros y cuartillos de vellón de Cuenca y Guadalajara. No lo hemos visto nosotros de momento en ninguna moneda de oro conocidas como Enriques.
Queremos destacar que previamente a este estudio, Maganto detecta por primera y única vez en un retrato-dibujo de Enrique IV un aumento de la zona anterior del cuello y sugiere muy sutilmente que “padeció Bocio”(fig6a)(Nota 4). En la observación de las pinturas que se encuentran en el museo del Prado cuyos autores fueron Alonso del Arco S XVII, Francisco Saiz S XIX, no podemos confirmar el bocio, pero tampoco se descarta totalmente (fig6b,6c). Probablemente como es costumbre la imagen que va a pasar a la historia, tiende a ser idealizada por los artistas.
Discusión y comentarios
Nuestro ilustre paciente, Enrique IV, ha despertado mucho interés histórico, médico y numismático que se ha ido incrementando en los siglos XX y XXI (Espinar 2012). El interés viene dado tanto por el personaje, un rey medieval castellano del que se esperaba la solución de los múltiples conflictos de la época, el caos monetario, la unificación de los distintos reinos, la expulsión de los musulmanes etc. Los primeros años de su reinado fue un gran rey para sus súbditos, consiguió la paz con Aragón y Navarra, la amistad con Francia desplazó a los musulmanes en Granada y llegó a ser Príncipe en Cataluña entre otros. La recopilación de algunos de los múltiples documentos firmados por él está disponible en internet y dan fe de ello (Pujol 2010)(Espinar 2012)(Ladero 2016).
Padeció una enfermedad orgánica, no psiquiátrica ni funcional, que cursó con displasia ósea y patología endocrina múltiple, trastornos sexuales e infertilidad (Irvine Maganto 2003). Pensamos con casi total certeza que la mayor parte de los cambios de carácter que padeció se debieron a la propia enfermedad y que el dolor físico y moral le condicionó también su conducta. Esta enfermedad debe ser clarificada con criterios actuales y para ello hemos querido aportar la patología tiroidea que descubrimos en las monedas. Hay un caso previo descrito de bocio en una moneda de Cleopatra VI (Lugones 1997) (Nota 5).
Confirmamos la presencia de Bocio, porque es un dato fácilmente identificable en más de la mitad de las monedas que muestran al rey Enrique IV de perfil, que se evidencia en todas las épocas de su reinado y no muestra predilección por una u otra ceca. La relevancia de la afectación del tiroides en este paciente es máxima al asociarse a la patología endocrina múltiple (hipófisis etc) y a displasia ósea. Ello permitirá a los profesionales profundizar en la patología y encasillarla en algún síndrome complejo cuya etiopatogenia esté reconocida actualmente. Sería un gran avance que daría respuesta a muchas de las incógnitas que planteó la vida de Enrique IV.
La comunidad de los numismáticos asume que las monedas se acuñan en un momento determinado, social, político, artístico y económico que influye en su diseño. Analizándolas con la dedicación que se merecen, se pueden conjugar con los datos históricos y obtener nueva información. Con este trabajo queremos continuar en esta línea, animando a los médicos aficionados a la Numismática a que aporten aquellos datos clínicos inéditos descifrados en las monedas.
Agradecimientos
Javier Casanova ha corregido el texto. Manos Unidas me ha facilitado entrar en el apasionante de la Numismática. A todos los miembros del “Blog numismático” de los que aprendo algo cada día. Isidro Ferrer Abizanda y Julio Artieda me asesoraron técnicamente.
BIBLIOGRAFIA
- ESPINAR GIL, David, “La moneda de Enrique IV de Castilla y sus textos legislativos”, en MUÑOZ SERRULLA, María Teresa (Coord.), Estudios de Historia Monetaria (II), Ab Initio, Núm. Extraord. 2 (2012), pp. 25-55, disponible en www.ab-initio.es (última consulta 13 de febrero de 2023)
- Irvine WJ.; Mackay A. 1984. “Medical diagnosis and Henry IV of Castile”. Anales de la Universidad de Alicante. Historia Medieval. 3: 183-190. Resumen por M. Carmen Jiménez Ferrero
- Ladero Quesada, Miguel Ángel (2016). Documentos sobre Enrique IV de Castilla y su tiempo. Vol. I Dirección: UNIVERSIDAD CARLOS III DE MADRID COMITÉ ESPAÑOL DE CIENCIAS HISTÓRICAS 2016 ISBN: 978-84-16829-00-2 ISSN: 2255-5137 Versión electrónica disponible en: http://hdl.handle.net/10016/23015
- Lugones Botell, Miguel, y Quintana Riverón, Tania Yamilé. (1997). “El bocio de Cleopatra”. Revista Cubana de Medicina General Integral, 13(6), pp 621-622. ISSN 0864-2125. (en línea), disponible en: http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0864-21251997000600017&lng=es&tlng=e s
- Pujol y Alonso Julio 2010 “Los cronistas de Enrique IV” (Conclusión) [IV] Boletín de la Real Academia de la Historia. Tomo 79, Año 1921. https://www.cervantesvirtual.com/nd/ark:/59851/bmc1z4q2
- Maganto, Emilio 2003 “Enrique IV de Castilla (1454-1474). Un singular enfermo urológico. Retrato morfológico y de la personalidad de Enrique IV “El Impotente” en las crónicas y escritos contemporáneos(I)” Arch. Esp. Urol., 56, 3 (211-220), 2003,
- Marañón Gregorio (1930) “Ensayo biológico sobre Enrique IV de Castilla” Madrid, INVESTIGACIÓN HISTÓRICA I Edición digital a partir de Boletín de la Real Academia de la Historia, tomo 96 (1930), pp. 11-93. PDF. Disponible en https://www.cervantesvirtual.com/obra/ensayo-biologico-sobre-enrique-iv-de-castilla
- Mozo Monroy, M; Serrano Hernández, A. (1922) https://wearenumismatics.com/imperatrix/
- Roma Valdés, A., (2020). Moneda medieval, http://www.monedasmedieval.es
- Ruiz-Calleja, Adolfo a (2020) https://blognumismatico.com/2020/11/18/los-reales-de-enrique-iv-de-la-coruna/.
- Ruiz-Calleja, Adolfo b (2020) https://blognumismatico.com/2020/07/23/real-de-enrique-iv-busto-con-barba/.
- Serrano, Ana, (2022) “Enrique IV: la política monetaria en un periodo convulso” Edición digital en We are numismatics 04 dic pp 1-9 Disponible en: https://wearenumismatics.com/enrique-iv-la-politica-monetaria-de-un-periodo-convulso/
Notas a pie de página
Nota 1: La momia de Enrique IV se halló en 1945 en el altar mayor del monasterio de Guadalupe, Cáceres, debajo de los restos de su madre María de Aragón. Cuando falleció, el 12 de diciembre de 1474, los restos de Enrique IV sin embalsamar, fueron trasladados al monasterio de San Jerónimo del Paso. Manuel Gómez-Moreno Martínez y Gregorio Marañón fueron los encargados de su estudio en 1946. La cabeza estaba separada del cuerpo y su descripción está disponible en: http://bibliotecavirtual.ranm.es/ranm/i18n/catalogo_imagenes/grupo.do?path=1000871
Nota 2: Nota de Prensa: (2022 https://www.ucm.es/resultados-informe-forense-san-isidro-labrador
Nota 3: En las descripciones minuciosas de Marañón, gran experto en detectar en las Hurdes la falta de Yodo en la población, no destaca alteración de la función tiroidea en este paciente. Sin embargo, algunos de los signos y síntomas que describe, son reconocidos en la actualidad casi patognomónicos de disfunción tiroidea. avanzado el siglo XX apunta los escasos conocimientos de Endocrinología en la España de aquella época.
Nota 4: Retrato-dibujo del monarca a los 32 años, probablemente hecho al natural, que se encuentra en Stuttgart. Citado por Maganto y otros muchos autores
Nota 5: Hay constancia de una moneda de Cleopatra de 40 dracmas del 51-30 a. C., acuñada en Alejandría con la inscripción ΒΑΣΙΛΙΣΣΗΣ ΚΛΕΟΠΑΤΡΑΣ en un contexto epidémico de aquella probablemente por ausencia de Iodo. https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Cleopatra_Mint_Alexandria.jpg.
Nota 6: WHO. Goitre as a determinant of the prevalence and severity of iodine deficiency disorders in populations. Vitamin and Mineral Nutrition Information System. Geneva: World Health Organization; 2014 (WHO/NMH/NHD/MNM/14.5;,
Permisos por interés académico
Pintura de Alonso del Arco https://www.museodelprado.es/coleccion/obra-de-arte/enrique-iv/59fdd350-241c-49ee-b615-b140df7e9b30.
Francisco Saiz. Óleo sobre lienzo, 1848 https://www.museodelprado.es//obra-de-arte/enrique-iv/59fdd350-241c-49ee-b615-b140df7e9b30
Interesante y rigurosa esta original investigación histórica a través de la numismática. Felicitaciones a sus autores
Sugerente artículo que ayuda a entender mejor la figura de Enrique IV. Espero que este tipo de aproximaciones interdisciplinares -Historia, Numismática, Medicina- sigan dando luz a estos personajes históricos.
La Numismatica lleva inevitablemente a recordar la historia. Gracias por tu comentario
Si le hubieran tratado a tiempo, probablemente ahora seríamos portugueses, y la Corona de Aragón un país independiente, con Navarra incluida.
Muy interesante el artículo. Parece claro que este rey tenía bocio e hipertiroidismo como parte de su compleja patología. Una característica de la hiperfunción tiroidea es el exoftalmos (ojos saltones, protuidos hacia afuera). Tanto en las fotos que publicas como en las monedas, llama la atención unos ojos redondos muy marcados. Crees posible que el artista reflejará así un exoftalmos? Muchas gracias y felicidades por el artículo.
No es fácil de asegurar pero sí lo parece. Volviendo a las imágenes si parece que las órbitas son profundas y los ojos un poco sobresalientes. Todos los biógrafos decriben la mirada muy especial. En el cuadro del diagnóstico que se publicará proximamente y se puede ver aquí o puedes leer en https://bi.ly/blognumismático detalla lo que dicen sus biógrafos y tienes el diagnóstico completo que sugerimos.
Gracias por la aportación.
Gracias Mercedes, inteligente el comentario. Pero no hay tratamiento específico de la enfermedad, solo de sus efectos. La pobre Juana poco probable que Juana sea su hija.
Es interesantísimo, y muy ameno. Me ha gustado mucho