Dice un viejo refrán que “no acuña moneda quien quiere, sino quien puede”, y algo similar pasó para las monedas de oro en Castilla. Contrariamente a lo que se ha venido afirmando en trabajos anteriores, ni Juan I ni Enrique III labraron oro seriado durante sus respectivos reinados, produciéndose un vacío de acuñaciones áureas entre 1371 y 1430. Juan II llegó al poder con una dinastía ya consolidada, la Trastámara, estableciendo una política monetaria uniforme con un sistema trimetálico de Continue Reading »